El Ayuntamiento de Barcelona rechazó el pasado 1 de febrero aprobar una declaración institucional conminando a la responsabilidad social de las empresas participantes en el
Congreso Mundial de Móviles.
El Ayuntamiento ha perdido así una oportunidad de oro de demostrar que su compromiso con los derechos humanos es real y que la Barcelona internacionalista de los grandes eventos es compatible con un papel activo en primera línea de la defensa de los derechos de los más vulnerables. Sólo se pedía un pronunciamiento en favor de los derechos humanos y un pequeño espacio para tocar el tema.. y ni eso. ¿Será verdad que las dos Barcelonas són incompatibles? Por favor, que no nos obliguen a elegir..
La iniciativa de la declaración, impulsada por una red de entidades que agrupa, entre otras, a organizaciones como Justicia y Paz o la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona, se enmarca dentro de los esfuerzos de estas organizaciones para visibilizar los desmanes que el tráfico ilegal de coltán y de otros minerales está provocando en algunas de las regiones más pobres del planeta. Estos minerales són imprescindibles para la fabricación de dispositivos móviles pero su extracción se produce en condiciones de gran opacidad. Las zonas de extracción se encuentran en su gran mayoría en países empobrecidos que raramente controlan los flujos de dinero generados por esta actividad y en multitud de ocasiones el comercio de estos minerales ha dado pié a la financiación de todo tipo de vulneraciones de los derechos humanos, guerras y actividades criminales de todo tipo.
El
documental "Sangre en mi móvil", que retrata las condiciones en las cuales se produce el comercio de coltán en la República Democrática del Congo (País que acapara el 80% de las reservas mundiales de este mineral) volvió a poner sobre la mesa en 2010 un debate que colea desde los años noventa: la necesidad de adoptar medidas de certificación y control de la extracción de los minerales utilizados en la fabricación de dispositivos móviles. Evidentemente las multinacionales fabricantes de estos dispositivos són el actor clave de la cadena (si ellas exigen certificación en origen a sus proveedores, habrá control) y precisamente por ello la actitud del Ayuntamiento de Barcelona casa poco con el que hasta ahora muchos considerábamos más o menos creíble compromiso con los derechos humanos de la ciudad condal.
El congreso, que se celebrará en la ciudad del 25 al 28 de Febrero, es un evento de referencia internacional del sector de la telefonía móvil.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada